La teca (Tectona grandis) es una de las principales maderas de frondosas que existen en el mundo, reputada por su color claro, su excelente fibra y su durabilidad. Aunque no tiene una gran importancia desde el punto de vista de la producción mundial de madera, por su solidez y sus cualidades estéticas es la madera tropical de frondosas más solicitada para un mercado específico de aplicaciones suntuarias como la fabricación de muebles y barcos y de componentes decorativos para la construcción. Es, pues, de gran trascendencia para la economía forestal de los principales países productores y México tiene la empresa con la mayor producción de Teca en el mundo.
Las hormigas defoliadoras continúan siendo uno de los grupos que mayores daños causan enplantaciones recién establecidas; están representadas por Atta sexdens, A. cephalotes, A. colombica y Acromyrmex octospinosus (Formycidae, Hymenoptera).
En T. grandis se informa de ataques continuos pero leves de Rabdopterus sp. y Walterianella sp. (Chrysomelidae, Coleoptera) , así como brotes del “esqueletizador de la teca” Hyblaeapuera (Hyblaeidae, Lepidoptera).
Grandes larvas de satúrnidos producen severas defoliaciones en forma esporádica; por ejemplo, Arsenura armida en Bombacopsis quinatum, Automeris spp. y Rothchildia lebeau en Hieronyma alchorneoides y Eacles imperialis decoris en G. arborea. Se han reportado brotes causantes de defoliaciones totales en V. guatemalensis por larvas de Heterocampa sp. y Caviria sp., del orden Lepidoptera y las familias Nodontodidae y Lymantridae, respectivamente.
En plantaciones de T. grandis mayores de 7 años, en las regiones húmedas (precipitaciones anuales superiores a los 2500 mm), se ha observado un proceso de mortalidad de árboles aislados y en grupos, denominado el “Síndrome del Decaimiento Lento de la Teca” Los árboles afectados presentan la degeneración de las raicecillas adventicias que produce la muerte de las mismas. Estudios recientes indican que el fenómeno está asociado a factores climáticos y edafológicos que afectan el sistema radical y posteriormente, patógenos oportunistas aprovechan la condición de estrés para atacar. Los sitios más afectados presentan de 190 a 255 días con lluvia, exceso de agua entre 8 y 12 meses, precipitación media anual entre 2700 y 5000 mm.