“Un BIOESTIMULANTE es una sustancia o mezcla de ellas o un microorganismo diseñado para ser aplicado solo o en mezcla sobre plantas de cultivo, semillas o raíces (rizosfera) con el objetivo de estimular procesos biológicos y, por tanto, mejorar la disponibilidad de nutrientes y optimizar su absorción; incrementar la tolerancia a estreses abióticos; o los aspectos de calidad de cosecha”.
¿Qué efectos provoca en los cultivos un bioestimulante?
Los bioestimulantes se utilizan cada vez más en la agricultura convencional y pueden ayudar a resolver las ineficiencias en el campo que persisten hoy en día a pesar de la mejora de las prácticas de producción. Estos productos otorgan mayores rendimientos y calidad, por lo que ayudan a los agricultores a producir más con menos.
Cada bioestimulante puede estar formulado para provocar efectos distintos en un tipo de cultivo u otro. Sus utilidades son diversas según las necesidades de cada momento:
- Incrementar la tolerancia de los cultivos para superar los estreses abióticos.
- Facilitar la asimilación de nutrientes, traslocación y uso.
- Mejorar la eficiencia del metabolismo de las plantas para inducir incrementos de cosecha y mejorar la calidad de la misma.
- Mejorar atributos de calidad: incremento en azúcares, color, calidad cosecha, tamaño, etc.
- Mejorar la fertilidad del suelo; especialmente mediante el fomento del desarrollo de microorganismos del suelo.
- Lograr un uso del agua más eficiente
¿Cómo lo medimos?
Cuando intentamos traducir todo esto en efectos visibles y medibles en los cultivos, ¿a qué nos referimos? Hoy en día, gracias a la tecnología se han producido avances que permiten medir desde contenidos de clorofila y fitocromos, hasta proteínas producidas como respuesta a un estímulo inducido y metabolitos diversos generados como parte de la fisiología vegetal. De la misma manera, existen medidas de respuesta genética muy útiles en la investigación de tecnología natural.
Fuente:
Más información en: http://www.biostimulants.eu/