Las diferencias salariales representan hoy una de las mayores injusticias sociales y erradicar esta injusticia ha cobrado impulso en los últimos tiempos. Elemento central de este esfuerzo de la meta 8.5, dentro del marco de las Naciones Unidas 2030 La Agenda para el Desarrollo Sostenible en la que se pide, entre otras cosas, la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor
La Organización Mundial del trabajo creó una herramienta para calcular disparidades de remuneración entre hombres y mujeres utilizando el “factor de ponderación de la brecha salarial de género”. Este fue utilizado en el Informe Mundial sobre Salarios 2018.
En comparación con las maneras tradicionales de calcular las disparidades de remuneración salarial entre ambos sexos, el factor de ponderación de la brecha salarial de género constata que, en más de 70 por ciento de los países abarcados por el informe, esta brecha ha sido subestimada. Como resultado, la estimación mundial aumenta, de 16 a 19 por ciento.
Para el caso de México se evidenció una diferencia del 20.2 por ciento en salarios mensuales, y 4.8 por ciento por horas pagadas.
El Informe recomienda ir más allá de utilizar medidas sumatorias y pasar a examinar en más detalle las respectivas estructuras salariales de los hombres y las mujeres, analizar las brechas salariales de género en subgrupos más homogéneos de asalariados y calcular las brechas salariales de género ponderadas por factores que controlan algunos de los principales efectos de composición. Esto resulta especialmente útil cuando la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo es baja y cuando se agrupan en sectores y agrupaciones particulares.